LA ESCRITURA BREVE NECESIDAD DE LA HUMANIDAD
Según el origen de la escritura surgió de la
necesidad que experimentaron las primeras sociedades por realizar la
contabilidad y la administración de sus propiedades; es decir, la humanidad sentía
la necesidad de que hubiese una forma útil para sobrellevar los procesos que
requieren de orden, ideas completas en relación con el sonido de la lengua
hablada.
Se dice que cuando las personas comenzaron a
dar paso a la comercialización, se hizo tan necesario dejar una especie de
constancia por escrito de todo lo que implicaba un negocio, desde los gastos
que se realizaban para invertir en dicho negocio, hasta ver las ganancias. Destacando
que la escritura fue inventada por los llamados sumerios en Mesopotamia hace unos 5,500 años aproximadamente, dejando
claro que la escritura más antigua consistía en una serie de marcas en tablas
de piedra. Debido a esta información, podemos asimilar que los estudios de las
tablillas que los arqueólogos han podido recuperar, han permitido comprobar que,
en ese entonces, hubo una serie de revoluciones que coincidieron con la aparición
del estado y la escritura como tal.
De igual manera, los grandes historiadores
comentan que el volumen de la economía de aquella civilización era tan grande
que hubiese sido imposible gobernarla o controlarla sin la existencia de la
escritura., muchos se preguntarán por qué, la respuesta es sencilla, en
definitiva la escritura era una herramienta que les permitía dejar plasmadas
las normas sobre el legado de las futuras generaciones, es decir, si la
administración anterior se hacía bajo una orden establecida para llevar un
control en las mismas, las generaciones próximas adoptarían las mismas
acciones.
Por otra parte, se habla que la aparición de
los primeros testimonios escritos hacia 3,200 antes de cristo en la Baja
Mesopotamia, hacia énfasis en el área de la agricultura y en el cuidado de los
animales, porque según la historia, la escritura misma era el modo que utilizaba
la gente que estaba a cargo de la administración, para a través de ella, dar fe
que su comportamiento era el correcto.
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